El World Wide Web Consortium

[...] Tuve varias reuniones y hablé con varios institutos, y el resultado fue que sentí que había una necesidad muy grande de un cuerpo neutral. Un sitio en el que todos los proveedores de tecnología, los proveedores de contenidos, y los usuarios, pudieran reunirse y hablar sobre lo que querían; donde fuera fácil llegar a una especificación común para hacer las cosas. De otro modo volveríamos a la Torre de Babel.
Y de aquí surgió el World Wide Web Consortium.
Tim Berners-Lee, Julio de 1996

Toda la información sobre el W3C se puede encontrar en su sitio Web.

Algo muy importante para cualquier diseñador web es sentirse parte de una Web Universal, como su propio nombre indica. Universal quiere decir que todos los documentos entrelazados de la Web deberían estar al alcance de todas las personas y de todas las tecnologías. Es una tarea complicada, y todos debemos poner algo de nuestra parte para lograrlo. El W3C crea sus recomendaciones (no son propiamente estándares sino especificaciones recomendadas) con la intención de facilitar el crecimiento de la Web de la mejor manera posible. En palabras de Ian Hickson, experto del Grupo de Trabajo CSS del W3C, Dado que el objetivo del W3C es incrementar la interoperabilidad de las soluciones basadas en web, el W3C está allí donde se reúnen las compañías a debatir sus soluciones. El cómo lo hagan siempre será más o menos criticable. Los mejores expertos del mundo trabajan en el W3C, pero no hay que olvidar que los miembros del W3C son las propias industrias involucradas en la Web. En cualquier caso, los proyectos del W3C avanzan con paso firme.

Pero finalmente depende de nosotros respetar el principio de Universalidad o no. Cada vez que alguien crea una página de manera que no es accesible a todos, o que sólo es visible por los que utilizan un determinado navegador, sea el que sea, está contribuyendo a que la Web sea un lugar más fragmentado y peor.

Cada día tenemos mejores herramientas para hacer nuestras páginas totalmente universales. No es una utopía, ni mucho menos. Todos deberíamos aprender a manejar esas herramientas.

© 2001-2003 Juan R. Pozo